¡Feliz viernes para todos!
Espero se encuentren muy bien, y deseo que tengan por delante un gran fin de semana.
Hoy les traigo la reseña de "La historia de Nahla: La hija de nadie", la segunda entrega de la trilogía de las hermanas Sfeir.
Hace unas semanas reseñé "Jameela: Sueños rotos", que corresponde a la segunda parte. Las historias de las hermanas Sfeir se pueden leer por separado, no obstante, te recomiendo seguir el orden.
Sin más preámbulos empecemos...
Autor: Bella Hayes
ISBN-10: 198041288X
ASIN: B07B3RCWKC
Páginas: 237
Sinopsis
Nahla Sfeir es una chica árabe, quien a los doce años es comprometida por su padre para casarse con un importante jeque cuarenta años mayor que ella; mientras su prometido espera que cumpla la edad reglamentaria para casarse, es separada de su familia y enviada a un exclusivo internado para señoritas en Europa; una semana antes de su matrimonio conoce a Jake Steel, un joven de veintitrés años del cual se enamora; decide pasar una noche con él, con la esperanza de que se convierta en un para siempre y huir de una boda no deseada; descubierta por su padre, es obligada a abandonar su hogar; a los diecisiete años sola y embarazada debe aprender a sobrevivir. Jake es sorprendido con la noticia de que es padre; sin saberlo, tiene una familia y ahora que la ha descubierto está decidido a conservarla; hasta que el pasado de Nahla vuelve para reclamarla y llevarla a ella y a su hija de regreso a Arabia Saudí. Esta Historia puede ser leída de manera independientes del resto de la trilogía.
Mi opinión
La Historia de Nahla relata la vida de la protagonista, envuelta en dilemas morales que la harán tomar decisiones inmediatas, y que la llevarán a cambiar el rumbo de su vida.
Nos encontramos en un principio con Jade, la hija de Nahla, quien recibe la noticia de que su madre está hospitalizada porque ha sufrido un accidente y, tras escapar ingeniosamente de la asistente social, la muchacha irá en busca de su padre, quien ni siquiera sabe de su existencia.
La historia empieza in media res, es decir, desde la mitad y en medio del primer conflicto, que corresponde a la búsqueda de Jake Steel, el padre de Jade. Por tanto, nos encontramos con una chica despechada, sintiendo que ha sido rechazada por su padre porque este nunca contestó las cartas de su madre. La narrativa es amena y muy fácil de seguir, y nos encontramos con una historia llena de sucesos que nos harán empatizar con cada uno de los personajes.
Conforme va avanzando la trama, y cuando Nahla y Jake se encuentran, la historia nos lleva al pasado, en donde esta primera estaba siendo obligada a casarse con un jeque cuarenta años mayor, suceso que no ocurre por las decisiones que ha tomado para lograr su libertad.
La historia de Nahla es cruda, y sus problemas hacen que logremos adorarla, pues es un personaje fuerte y decidido que ha logrado salir adelante con su hija, a pesar de lo cruel que ha sido el destino.
Jake, tras enterarse de su paternidad, hará todo lo posible por entender cómo ha sido desplazado de la vida de su hija, conociéndola e intentando formar parte de aquella familia, en la que se irá encariñando en demasía.
Sin embargo, el pasado llegará a atormentarlos, porque el jeque, despechado al enterarse de que Nahla sigue con vida, volverá por lo suyo, obsesionado como estaba con la paloma que siempre quiso poseer.
Adoré a cada uno de los personajes, siendo mi favorito Mustafá (sí sé que es un gato, pero me encantó). Una familia que luchará por consolidar un lazo fuerte, soportando las jugadas del destino e intentando descubrir sus verdaderos sentimientos, sobre todo en el caso de Jake y Nahla, quienes tuvieron un amor fugaz.
Los años y sucesos transcurren con rapidez, por lo cual no se hace aburrida y te entretiene a la vez que emociona. Cada personaje, por muy secundario que sea, cumple un papel importante, con lo que te encariñas rápidamente.
Lo más importante es la historia de este padre desplazado de la vida de su hija, y Jade, a los doce años y con el coeficiente intelectual de una genio, no será alguien fácil de ganar.
La historia de Nahla, y la historia de Jameela están muy bien conectadas, por lo que, al leer ambas, notarás que la narración de la familia Sfeir está muy bien lograda, dando paso esta primera a una segunda parte de manera ejemplar.
En definidas cuentas, la narrativa es ágil, los personajes son entrañables, la intriga es increíble y te hará querer acabarlo de una vez, conmocionándote hasta el punto de sentirte identificada con más de un personaje. Sin dudas es un libro que recomiendo.
Nos encontramos en un principio con Jade, la hija de Nahla, quien recibe la noticia de que su madre está hospitalizada porque ha sufrido un accidente y, tras escapar ingeniosamente de la asistente social, la muchacha irá en busca de su padre, quien ni siquiera sabe de su existencia.
La historia empieza in media res, es decir, desde la mitad y en medio del primer conflicto, que corresponde a la búsqueda de Jake Steel, el padre de Jade. Por tanto, nos encontramos con una chica despechada, sintiendo que ha sido rechazada por su padre porque este nunca contestó las cartas de su madre. La narrativa es amena y muy fácil de seguir, y nos encontramos con una historia llena de sucesos que nos harán empatizar con cada uno de los personajes.
Conforme va avanzando la trama, y cuando Nahla y Jake se encuentran, la historia nos lleva al pasado, en donde esta primera estaba siendo obligada a casarse con un jeque cuarenta años mayor, suceso que no ocurre por las decisiones que ha tomado para lograr su libertad.
La historia de Nahla es cruda, y sus problemas hacen que logremos adorarla, pues es un personaje fuerte y decidido que ha logrado salir adelante con su hija, a pesar de lo cruel que ha sido el destino.
Jake, tras enterarse de su paternidad, hará todo lo posible por entender cómo ha sido desplazado de la vida de su hija, conociéndola e intentando formar parte de aquella familia, en la que se irá encariñando en demasía.
Sin embargo, el pasado llegará a atormentarlos, porque el jeque, despechado al enterarse de que Nahla sigue con vida, volverá por lo suyo, obsesionado como estaba con la paloma que siempre quiso poseer.
Adoré a cada uno de los personajes, siendo mi favorito Mustafá (sí sé que es un gato, pero me encantó). Una familia que luchará por consolidar un lazo fuerte, soportando las jugadas del destino e intentando descubrir sus verdaderos sentimientos, sobre todo en el caso de Jake y Nahla, quienes tuvieron un amor fugaz.
Los años y sucesos transcurren con rapidez, por lo cual no se hace aburrida y te entretiene a la vez que emociona. Cada personaje, por muy secundario que sea, cumple un papel importante, con lo que te encariñas rápidamente.
Lo más importante es la historia de este padre desplazado de la vida de su hija, y Jade, a los doce años y con el coeficiente intelectual de una genio, no será alguien fácil de ganar.
La historia de Nahla, y la historia de Jameela están muy bien conectadas, por lo que, al leer ambas, notarás que la narración de la familia Sfeir está muy bien lograda, dando paso esta primera a una segunda parte de manera ejemplar.
En definidas cuentas, la narrativa es ágil, los personajes son entrañables, la intriga es increíble y te hará querer acabarlo de una vez, conmocionándote hasta el punto de sentirte identificada con más de un personaje. Sin dudas es un libro que recomiendo.
Y hasta aquí la reseña de hoy. Espero que les haya gustado y se animen a leer esta bella trilogía, sobre todo porque ahora estamos a la espera de La Historia de Zahíra.
Antes de despedirme, quería agradecer sinceramente a la autora por permitirme leer su libro. Es un placer reseñar libros así.
Antes de despedirme, quería agradecer sinceramente a la autora por permitirme leer su libro. Es un placer reseñar libros así.
Hasta la próxima...
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